viernes, 8 de mayo de 2009

"ALGO HICIMOS MAL"



Óscar Arias - Presidente de la República Palabras del presidente Óscar Arias en la Cumbre de las Américas Trinidad y Tobago 18 de abril del 2009 .

Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo. No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: todos eran pobres. Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda... y así la Revolución Industrial pasó por América Latina comoun cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad. También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano dispuesto a construir "una Ciudad sobre una Colina", una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a Estados Unidos. Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasiltenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur -encuestión de 35 ó 40 años- es un país con $40.000 de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos. ¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá,con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países solo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidadinfantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10. Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos. En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra. En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo -en un planeta que tiene 2.500 millones de seres humanos con un ingreso de $2 por día- y que gaste 13 veces más ($1.300.000. 000.000) en armas y soldados. Como lo dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000 millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro? El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que noestamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas. Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en lossesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientrasnosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre todos los "ismos" (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo. ..), los asiáticos encontraron un "ismo" muy realista para el siglo XXI y el final del siglo XX, que es el pragmatismo . Para solo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístasque lo habían acompañado en la Larga Marcha: "Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que a mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones" . Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que " la verdad es que enriquecerse es glorioso ". Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás. La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los74 años. Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer. Muchas gracias.

jueves, 7 de mayo de 2009

Empleo y Seguridad


Dos grandes temas y un mismo origen.


Estamos asistiendo a dos grandes problemas que afectan duramente a nuestra sociedad y que son el principal motivo de preocupación de nuestra gente: EMPLEO Y SEGURIDAD.

Digo que son dos problemas que nos afectan, que nos preocupan, que nos quitan el sueño, pero tanto la inseguridad como el desempleo, son los síntomas, las consecuencias de un problema más profundo, más serio, que constituye la raíz misma de esos y otros dramas de nuestra sociedad y que lo podemos definir claramente como una CRISIS DE VALORES.

El empleo tiene que ver directamente con una necesidad de revalorizar la cultura del trabajo y del esfuerzo, como valores que dignifican al ser humano. El Estado y la Sociedad deben sumar fuerzas para que la gente de sienta orgullosa de poder “ganarse el pan con el sudor de su frente”. Este tiene que volver a ser un lema de nuestro país.

El Estado tiene que sumar fuerzas porque lamentablemente muchas veces lejos de ayudar complica a los emprendimientos que generan trabajo, mano de obra y empleos.

Si alguien quiere agrandar su empresa, su negocio, su comercio, su producción, asociando el capital y el trabajo para generar riqueza y desarrollo, inmediatamente viene el Estado y por un lado le pone impuesto a todo y se constituye como principal socio del privado, pero además le pone mil y uno requisitos, trámites y burocracia, a veces pareciendo que quiere des estimular la inversión.

Tenemos que cambiar la forma de cómo el Estado se relaciona con la empresa, con el productor, con el comercio.

Tenemos que BAJAR LOS IMPUESTOS y sobre todo convertir al Estado en un facilitador, en un promotor, en el estribo que muchas veces precisa el hombre para subir y generar esas pequeñas empresas que son las que dan más cantidad de trabajo y luego se desarrollan, crecen, traen riqueza y desarrollo para una zona.

Si uno analiza las grandes empresas del mundo:
En 1948 Richard y Mauricio Mac Donald abren un pequeño negocio de comida en California.
En 1920, Adolfo Dasler comenzó a fabricar zapatos en Alemania y después de la 2ª. Guerra Mundial rebautizó su fábrica con el nombre Adidas.
En 1866 un farmacéutico en Suiza, comenzó a desarrollar un suplemento lácteo para aquellos niños que no podían alimentarse del pecho materno, se llamaba Henry Nestlé.
En 1885 en Atlanta, también en una farmacia se mezclaban algunas hierbas para el dolor de cabeza, un jarabe que luego se convirtió en bebida y la denominaron como Coca-Cola.

Todas comenzaron en emprendimientos muy pequeños, algunos familiares, que fueron estimulados, promovidos, por un Estado y una sociedad que se dieron cuenta que en el emprendimiento privado estaba el desarrollo de una economía, la generación de empleos y de riqueza.

En Uruguay tenemos un problema de DESEMPLEO pero en Rivera se agrava, con cifras que nos avergüenzan.

Y claro que debemos y vamos a fomentar la instalación de esas grandes empresas que nuestro departamento necesita, pero vamos a fomentar, apoyar y a promover a esos pequeñas empresas locales, para que como un día Coca Cola, Adidas o Nestlé crecieron y le dieron riqueza a sus países. Esas pequeñas empresas de Rivera puedan crecer, desarrollarse, generar empleos y riqueza que pueda aportar desarrollo a nuestro país.

Otro de los temas de mayor preocupación de nuestros días es la INSEGURIDAD. Y también decíamos que está íntimamente relacionada con la Crisis de Valores, La crisis de autoridad que también y lamentablemente se fomenta desde el Estado. Con gobernantes que no saben o no quieren ejercer la autoridad que les otorga la ley. No la ejercen ni respaldan o defienden a los que ejercen la autoridad en defensa de la ley. Cuando se defiende la ley se defiende al vecino honesto, al trabajador, a los bienes de la familia. Lamentablemente este Estado no respalda al policía, a la maestra ni siquiera a los padres que tenemos que ejercer la autoridad, imponer el respeto y educar a nuestros hijos para que sean los buenos ciudadanos del mañana.

Nuestra visión es un Estado que ejerza plenamente su autoridad para que se respete la ley, que se respalde al policía o al maestro, que desde la educación, con mayor cantidad de escuelas de tiempo completo, se fomente el estudio, la cultura, el deporte, la preparación de los jóvenes para que no pierdan sus horas en una esquina con una cajita de vino sino que puedan ocupar el tiempo en la preparación para forjar su propio futuro.

Sabemos que la tarea no es fácil, pero con Lacalle conocemos el rumbo y tenemos al conductor con la idea clara y con el pulso firme necesario para luchar contra esa crisis de valores.

No comprometemos para trabajar denodadamente para que podamos vivir en una ciudad, en un departamento con seguridad y con empleo para todos nuestros vecinos.

Dr. Gerardo Amarilla.